Boletín Homeopático


MAYO 2015

Penas y trastornos por penas (Primera parte)
Por Gilberto Quintero Ramírez

  Los síntomas únicos se marcan con un asterisco*.
El síntoma “Pena” (Grief) en sus diferentes modalidades y manifestaciones es uno de los más comunes en la práctica clínica homeopática cotidiana y, en muchos casos, es uno de los detonantes o etiologías de cuadros patológicos completos, convirtiéndose entonces en “Trastornos por pena” (Ailments / Grief). Los trastornos por pena y la pena misma, sobre todo cuando es silenciosa, pertenecen a aquella categoría de rubros que pueden considerarse tamizadores o de más alto rango, es decir, síntomas en el Repertorio con los cuales se puede clarificar y sostener un caso con solidez terapéutica; sabemos que la prescripción homeopática no es un quehacer cuantitativo: no por tener más síntomas un caso es más sólido y más claro, sino porque posea síntomas de la mayor nitidez semiológica que puedan sustentar un definido diagnóstico diferencia; entre ese tipo de rubros tamizadores se encuentra en primera línea el rubro de Pena. En el presente boletín y en el siguiente se analizaran los síntomas, sus significados e indicaciones terapéuticas, depositando especial atención en aquellos medicamentos poco conocidos y de suma importancia en este síntoma. Cabe reiterar que no se trata de prescribir para la manifestación doliente, propia de la pena solamente, sino de construir una prescripción integral cuando ésta es parte fundamental de cuadro clínico.

  Por “Pena”, semiológicamente, se entiende el sentimiento de tristeza, pesar o disminución del tono emocional a consecuencia de adversidades o pérdidas, dicho de otra manera más sencilla, puede entenderse como la tristeza ocasionada por una causa definida, distinguiéndose de la “Tristeza” (Sadness) en general, en que ésta es por lo general de naturaleza endógena. Tradicionalmente, los textos clásicos han hecho hincapié en Ignatia y en Natrum muriaticum como los más grandes medicamentos de las penas, siendo Ignatia, así, el específico de las penas agudas o inmediatas y Natrum el de las crónicas o de larga data. Algunos autores, agregan también Phosphoric acid como el gran remedio de las penas continuas, es decir, en aquellas personas a las que las pesadumbres y adversidades se les presentan en una sucesión continua y con relativa frecuencia. Sin embargo, aunque todo esto es cierto, cabe mencionar que existen otros muchos medicamentos bajo estas mismas modalidades de agudeza (Acon, Asafoetida) o cronicidad en la pena (Carc, Caust, Graph, Ph-ac, Phos, Staph.). También es importante señalar que, homeopáticamente y sobre todo en este rubro, la cronicidad no sólo se refiere a un largo tiempo en el padecimiento del pesar sino también a una naturaleza profunda y resignada, propia de Natrum muriaticum, misma que en ciertos casos puede aparecer al muy poco tiempo de la pérdida o revés que haya ocasionado esta pena. De igual manera, la agudeza de Ignatia hace referencia también a intensidad o desbordamiento de los síntomas propios de la pena.

  Los medicamentos más importantes en este rubro, con sus más importantes indicaciones, son los siguientes (y los desarrollados en el próximo boletín):
Aconitum. Uno de los más importantes en las manifestaciones agudas e intempestivas por pena, sobre todo cuando ésta es silenciosa. Ambra grisea. Penas que avejentan a las personas, cayendo en comportamientos confusos o seniles. Pena asociada a bipolaridad: el paciente se torna especialmente sensible y afectado por cualquier situación fuera de lo común.
Anacardium. Dualidad moral después de grandes pesares o adversidades, después de penas el paciente habla dormido*. Aqua marina. Posee penas con dolor corporal*. Pena con resignación*. Desespera de su recuperación después de pesares*. Pena prolongada (Caust, Ign, Kali-br, Nat-m, Phos-ac). Muy indicado en mujeres que a raíz de estas adversidades se sienten muy vulnerables, con la sensación de ser espiadas, sobre todo cuando se bañan*.
Aurum metallicum. Graves depresiones con hastío de la vida, o incluso con impulsos suicidas, todo esto después de adversidades. Uno de los principales remedios de penas que deterioran toda la constitución del paciente (Lyc, Nat-m, Tub.). Penas por pérdidas financieras o por decepción de amor (Ign, Ph-ac, Staph).

Carcinosin. Este es uno de los medicamentos más complejos de la Materia Medica, uno de los más importantes en este síntoma así como uno de los menos conocidos; Carcinosin sufre de muchas clases de penas e infortunios, tiene, como Ph-ac, pérdida de apetito después de pena, así como incapacidad de llorar. Penas muy crónicas, sin resolver, muchas veces originadas en la niñez, por conflictos con la figura paterna (Amm-c). Cólera después de pena*. Insomnio.
Causticum. Pena día y noche*. Otro de los grandes remedios de las penas crónicas, profundas y prolongadas: constante y crónica (Gallavardin). Trastornos por pena de muy larga data y sin resolver, con gran sentimiento de injusticia. Sueña con penas (Ars). Penas con quejas*.
Cimicifuga. Asociadas a trastornos hormonales, sobre todo en la pubertad (Puls) o en el climaterio (Lachesis). Trastornos neuromotores a consecuencia de pesadumbres, como Parkinson o corea (Ign, Tarent). Después, la paciente siente que se vuelve loca, con gran depresión y ánimo sombrío. Graphites. Trastornos por pena que se agravan al anochecer*. Penas sin resolver, crónicas, con obnubilación de la mente y gran apatía, o alternando con accesos de alegría. Hyosciamus. Celos con pena*. Penas que trastornan extremadamente la mente del paciente, el cual se vuelve exhibicionista y ridículo. Penas en niños (Carc, Ign).
Ignatia. Miedo o susto, con pena*. Pena con prolapso uterino*, después de castigo*. Es el único remedio indicado en convulsiones después de pena*, sobre todo si ésta es contenido o reprimida*, así como la risa espasmódica* o la sensación de bulto o bola en la garganta*. Pena silenciosa, no demostrativa. Con tendencia a ser hipocondriaco (como Pulsatilla), generando histeria (Gels); pérdida de la memoria después de pesares (Cocc, Con, Ph-ac). Esta agudeza característica del medicamento no es exclusiva, pues Ignatia también posee síntomas crónicos en esta afección, como la pérdida de memoria después de pena crónica, que sólo comparte con Kali bromatum. Penas por perder personas u objetos*.
Kali bromatum: se caracteriza por tener sufrimientos a lo largo de toda su vida, que como a Graphites, lo obnubilan al grado de la postración mental. Puede presentar afecciones religiosas o fanatismo después de las penas, así como accesos de llanto paroxístico e incontrolable.
Naja. Ansiedad precordial después de pena*. Pesares asociados a conflictos en mujeres con otras mujeres. Dolor en la espalda después de penas*, sobre todo con gran ardor*. Puede haber la sensación de tener la vida llena de obstáculos, o estar acompañada de excitación sexual.
 

 
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